la felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como el placer o la alegría
es silenciosa, tranquila y suave
estado interno de satisfacción
debo reconciliarme con el invierno
vivir anclada al pasado me paquea el presente
me lleno la cabeza en no pensar
tener que meterme en la cama vacía
y que tus lunares dejen de estar en ese lugar
suelo decir cosas sin rumbo
si quizás mi confesión
te punza el ojo
o te envuelve la muñeca
ya que sabes
que nuestros pies tocan el suelo
que debes respirar
y que la avenida está detrás nuestro
y yo necesito
que sea cierto