todas mis preguntas quedaron colgando,
pendientes,
y a medida que el tiempo pasaba se fueron acumulando
mis dudas guardadas bajo llave
muy profundo
junto a mis más grandes miedos
mis relatos bajo el cajon de mi armario
mis palabras;
suspiros de tinta.
las velas apagadas
y los cuadernos rotos
todo bajo llave
oculto tras una cortina de mentiras
y silencios interminables
derribar ideas,
despolvar memorias,
será que no funciono en este lugar,
no estoy hecho
y ante tanta duda incesante
el continuo no comprender,
no entender,
no sé
prender un palo santo: no te enredes, no es para tanto.